Tamarindo
Si Patrick y Wingnut de la película de surf de 1994 Verano sin fin II navegaban en una máquina del tiempo hasta el Tamarindo actual, se caían de sus tablas. Un cuarto de siglo de hedonismo ha transformado el otrora polvoriento burgo en 'Tamagringo', cuyo estatus perenne como el principal destino de surf y fiesta de Costa Rica lo ha convertido en la primera y última parada para legiones de turistas.
A pesar de su reputación de ciudad fiestera, Tamarindo ofrece más que beber y surfear. Forma parte del Parque Nacional Marino Las Baulas de Guanacaste, y la playa conserva un atractivo para niños y adultos por igual. Los amantes de la comida encontrarán algunos de los mejores restaurantes del país. Hay un mercado próspero los sábados por la mañana y la feroz competencia ha mantenido los precios de alojamiento razonablemente bajos. Su ubicación central lo convierte en una base ideal para explorar el norte de la península.